El aceite esencial de lavanda es el más básico de todos en aromaterapia porque tiene un olor muy suave y limpio. Se le atribuyen propiedades relajantes y calmantes y es un buen aliado a la hora de relajarse y dormir mejor.
MODO DE USO:
Para las arrugas puedes añadir unas gotitas a tu crema hidratante o hacerte con un aceite específicamente formulado para esto y utilizarlo a modo de sérum.
Para tratar granitos, ya sean de acné o picaduras: pon unas gotitas en un algodón y aplícalo directamente durante unos minutos.
Para aliviar el dolor de cabeza: frota tus sienes con una mezcla de 10 gotas de aceite esencial de lavanda, 2 de menta y aceite de argán. O más fácil todavía, echa unas gotitas en una compresa fría y aplícala sobre la zona de la cabeza que te duela.
Para tratar el insomnio: puedes hacerte un spray con el que rociar tu almohada cada noche. Basta con poner unas gotas en un recipiente con spray y mezclarlas con la cantidad de agua que prefieras, según el aroma que quieras obtener. Otra opción es colocar un pañuelo o un algodón con unas gotitas dentro de la funda de la almohada o añadir el aceite en la bañera con agua caliente para darte un baño relajante.
PRECAUCIÖNES: Como puede causar somnolencia está contraindicado para personas con la tensión baja. Tampoco se recomienda su uso en niños ni embarazadas por precaución.
INCI: Lavender oil, limonene*, linalool*, geraniol*
*de aceites esenciales